sábado, 27 de abril de 2013

LA GRENOLI

Publicado en el número 36 de Kaiser Football

Gren, Nordhal y Liedholm, la mítica GRENOLI del A.C. Milan de principios de los 50 
Carlo Parola enfila malhumorado el túnel de vestuarios. El defensa italiano de la Juventus ha perdido los nervios y ha propinado una dura patada al sueco del A.C. Milan Gunner Nordhal, que está exhibiendo su potencia y destreza goleadora ante los atónitos defensores turineses . No era un acto propio de un defensa noble y bravo como él, pero el señor Galeati, colegiado del encuentro, no lo duda por un instante y juzga la acción con el mayor posible de los castigos. El repaso sobre el terreno de juego del equipo lombardo sobre la Vecchia Signora está siendo de los que marcan una época y el tempranero 1-0 de Hansen muere asfixiado sobre la losa de los 7 tantos que uno tras otro le está endosando la delantera rossonera al guardameta local Viola. El Comunale enmudece y ve como el Milán acecha el primer puesto de una Juve que durante esa 49/50 pretende recoger el testigo del Gran Torino. Una escuadra fantástica que había fascinado al mundo durante el lustro anterior antes de convertirse en leyenda tras aquél accidente aéreo en Superga. Ese 5 de Febrero y sobre aquél resbaladizo césped turinés se daban cita dos equipos de nivel y dos escuelas nórdicas. Los daneses Hansen y Praest por parte de la Juve y el trío sueco milanista formado por Gren, Nordhal y Liedholm. El 1-7 final no deja lugar a dudas. El presidente milanista Umberto Trabattoni puede estar satisfecho de haber podido reunir en su equipo a esos tres campeones olímpicos en Londres´48 y que van a marcar una época en el club lombardo. Aquél Scudetto se lo llevará la Juve  pero tras el fantástico juego de aquél trío de oro ya se adivinaba lo que a la postre sería un dominio aplastante en el fútbol italiano por parte del Milán. Cuatro títulos durante la década de los 50 y dos Copas Latinas, predecesora de la Copa de Europa dan fe.

Todavía brillaba el oro olímpico sobre el pecho de Nordhal cuando Trabattoni lo convierte en el primer futbolista profesional de Suecia. La dorada presea y su título de máximo goleador en la cita Olímpica sedujeron al mandamás italiano para armar su equipo desde la punta asegurándose una ingente cantidad de goles. Nordhal debutará con el A.C. Milán la temporada 48/49 y bajo la presión de su presidente convencerá a sus excompañeros de selección  Gren y Liedholm para que también den el sí a Trabattoni para la siguiente campaña. “Il Profesor”, “il Bisonte” e “il Baronne” ya están juntos. Gren, Nordhal y Liedholm. La clase desde el medio campo, el cañonero implacable y la mesura y elegancia del tercero. Ante la dificultad a la hora de pronunciar sus apellidos por parte del público italiano, estos deciden coger la sílaba inicial de cada uno de sus apellidos y darnos un nombre para la historia. Nace la GRENOLI. Apoyados sobre la base de un fantástico grupo liderado desde la portería por Lorenzo Buffon los tres suecos se convierten en las estrellas del Milán sobre el césped y la scuadra rossonera pondrá fin la temporada 49/50 a 44 años de sequía. 118 goles a favor tendrán parte de culpa. Haciendo un viaje en el tiempo, el reflejo de esta época dorada rossonera lo encontraremos casi 40 años más tarde cuando tres holandeses apuntalen con su clase un equipo de por sí ya temible. Los Rijkaard, Gullit y Van Basten bien pudieron ser la GRENOLI de los 90.

El partido ha concluido y en los vestuarios del Comunale el expulsado Carlo Parola se encuentra con su amigo Gren Nordhal. Afuera todavía resuena el eco silencioso de la afición local. Los tres goles de Nordhal y los de Gren, Liedholm, Burini y Candiani han convertido en anécdota el tanto inicial del danés Hansen. La GRENOLI ha firmado una actuación memorable. Parola y Nordhal  saben que aquella violenta acción ha sido producto de los nervios y sellan con un abrazo su gran amistad desde hace unos años. Una amistad que hoy entre sonrisas “maldice” Parola. Tras haberse conocido en un amistoso en Glasgow entre jugadores de todo el Mundo, el Norrkoping equipo por aquél entonces de Gren Nordhal viajó a Turín para jugar contra la Juventus. Aquella fría tarde Parola preguntó medio en broma al sueco: -¿Porqué no vienes a jugar a Italia?. Poco imaginaba Carlo que tiempo después la portentosa actuación del goleador sueco junto a sus inseparables Gren y Liedholm le haría perder la cabeza y estaría poniendo en peligro el título para su Juventus. Esa amistosa invitación bien pudo suponer la primera piedra para la llegada de la GRENOLI a tierras italianas. Aquella fría tarde turinesa Parola deseaba que su amigo sueco del Norrkoping disfrutara del fútbol en la apasionante Italia. Aún tras aquél abrazo, su mirada al marcador del Comunale de aquél 5 de febrero parecía decir todo lo contrario. Y es que la GRENOLI se había vuelto a exhibir.

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