domingo, 7 de agosto de 2011

CUANDO QUERIA SER UN GUERRERO...


Estaba sólo dentro de ese vestuario. El olor era fuerte y junto a los bancos el suelo estaba repleto de vendas, tiritas, botes y parches de todo tipo. Todavía se respiraba humedad en el ambiente y aún resonaban los ecos de la batalla que allí se había librado. En la pizarra lineas y flechas que subían y bajaban y nombres ilegibles que intentaban componer el dibujo de la victoria. Y en la camilla, todavía dibujada la silueta del último guerrero herido. Un señor con un enorme cesto se sorprende al verme allí y sonriendo me pide el balón que ya casi ni me acordaba que llevaba entre mis manos. Lo guarda junto al resto y pasando su mano sobre mi cabellera, señala uno de los bancos y me pregunta si me gustaría ser futbolista. Salgo de mi sueño y vergonzoso asiento con la cabeza y marcho corriendo en busca de mis hermanas. Era el vestuario de uno de los equipos que entrenaba mi padre. No recuerdo si el encuentro fue bueno ó malo. Ni tan siquiera cuál fue el resultado. Sólo se que eso lo hacía a menudo y forma parte de mis recuerdos. Recuerdos en los que yo quería ser un guerrero de otro tiempo que luchara a brazo partido cada 7 días durante 90 minutos...

2 comentarios:

  1. ¿ya de tan joven entrabas a los vestuarios a ver si veías alguna pichina?...No me critiques los comentarios que aún no he opinado si algún penalti lo era o no! ;)

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  2. Como habrás leído el vestuario estaba vacío...¿No serías tú el que se colaba cuando daban los masajes?. Por favor, para discutir de penaltys y demás zarandajas escribe a Futboleros ó a Punto Pelota. Saludos

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