miércoles, 22 de julio de 2015

EL SUEÑO DE IKER

Iker Casillas, leyenda del Real Madrid
No debe ser fácil despertarse de un sueño que dura 25 años. Una lágrima de dolor correteando por tu mejilla lo ha conseguido. Debe ser difícil abrir los ojos y encontrarte sólo ante unos extraños que te miran esperando que les digas algo importante. Quizá ellos no entiendan que lo más importante es que vienes de vivir lo que para ti es la historia más maravillosa jamás contada y que hoy se te está marchando para siempre sin poder hacer nada por evitarlo. Que te despiertas del sueño legítimo y compartido que perseguíais miles de locos pequeños en la mejor etapa de vuestra vida. El sueño de las buenas personas. Ese que te atrapó hasta el día de hoy. Desde que estampaste a fuego el uno a la espalda para ser el mejor, aseguraste tus diminutos guantes y antes de cerrar los ojos tuviste que mirar dos veces al pecho. El escudo que ibas a defender por primera vez a tus 9 años era el del equipo de tu vida. Y lo ibas a hacer tú, no otro. El sueño había comenzado. Que nadie lo despierte…

Durante ese trayecto has vivido momentos mágicos compartidos con gente única. En ese sueño te has cansado de levantar títulos, de romper records, de protagonizar portadas en los diarios de los lunes con la foto de tu última estirada imposible. Has sido el yerno ideal, el amigo de niños y mayores y te has codeado con Brad Pitt en las carpetas de las adolescentes de la época. Has visto como a 600 kilómetros otro loco bajito quería ser el mejor entre miles teñido de azul y grana. Apareció con una batuta, le dieron el 6 y cerró los ojos para a la vez que tú vivir su propio sueño. Os hicisteis amigos vestidos de rojo y amarillo y nos invitasteis a descubrir con vosotros aquellas mágicas noches de verano. En ellas quedarán sepultados para siempre los complejos de un país que destilaba furia y fracaso a partes iguales. Desde entonces ya nada será igual. Tu sueño continuará y verá preocupado como el paso del tiempo te aconsejó en más de una ocasión que lo mejor era despertar. Descubrirás lo mejor y lo peor de la condición humana. Te equivocarás, te caerás y querrás levantarte. Muchos pondrán el pie sobre tu cabeza para que no lo consigas. Otros la pedirán como presente para sus nuevos amos. Desvestirán tu madridismo para juzgarlo sin piedad dejando en el rincón del olvido aquellas tardes de vino y rosas. Los aplausos se tornaran música de viento y querrás despertar cuando el sueño se vuelva una pesadilla insoportable. Pero tu pasión por ese escudo te ayudará a continuar contra viento y marea.

No debe ser fácil despertar, girarse y ver que las pancartas de esos niños que ayer pedían tu camiseta ya no están. Hoy son un frío panel con la firma de importantes marcas comerciales. Siempre se pueden recoger unas monedas de entre las lágrimas de despedida de tu capitán para costear el fichaje de la próxima estrella en ciernes. Debe ser difícil observar con sana envidia como a la fiesta de graduación de tu amigo de azul y grana han ido todos, hasta la chica que le gusta. Y a la tuya no ha ido nadie. Te han dejado sólo con el gorrito puesto, un matasuegras desplegando indiferencia en cada soplido de tristeza y el micro haciendo el papel de una vela que no quieres soplar para que aquella historia no se apague para siempre. Para no despertarte del sueño que para ti ha sido vivir defendiendo la camiseta del Real Madrid. El sueño de aquél niño que anhelaba ser el mejor y conseguirlo todo. Hoy con todo conseguido y con las lágrimas de la emoción más sincera correteando por sus mejillas se conforma con que lo recuerden como una buena persona. La misma que hace 25 años compartía sueños con otros locos bajitos y con el escudo del equipo de su vida luciendo en su pecho comenzó a escribir una de las historias de amor a un club más maravillosa jamás contada: EL SUEÑO DE IKER CASILLAS.

No hay comentarios:

Publicar un comentario